“Nunca he amenazado a nadie, pero si lo hiciera amenazaría al que tengo que amenazar”: Benedetti
El exembajador de Colombia en Venezuela narra para Cambio muchos aspectos del escándalo que puso en vilo la gobernabilidad en el país.
A raíz del escándalo que sacudió al país la semana pasada, y que desencadenó la salida fulminante de Laura Sarabia, la todopoderosa Jefa de Gabinete del gobierno del presidente Gustavo Petro, y del embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, uno de los principales escuderos del mandatario, la revista Cambio publica en su edición web de este domingo una entrevista con el exdiplomático barranquillero.
En esta entrevista con Daniel Coronell, Benedetti se refiere a las entretelas de este episodio que tiene visos de un filme de conjura palaciega, complot, intriga, confabulación y misterio.
"Yo nunca he amenazado a nadie. Pero si lo hiciera amenazaría al que tengo que amenazar, no a la empleada del servicio, ni a la secretaria. No hay amenaza, y muchos menos con el tema Marelbys", asegura en sus apartes el exembajador para referirse al tema de la exniñera del hijo de Laura Sarabia.
El texto de la publicación es el siguiente:
¿Cuándo fue su último contacto con el presidente Petro?
Hoy sábado en la mañana y al mediodía. Yo siempre he tenido contacto con él, en toda esta crisis, antes, después y todo el tiempo.
¿Cuál fue la naturaleza de ese contacto?
Comentarios que preferiría no repetir. En general hablamos sobre los coletazos y desarrollos de la crisis. Pero no de la crisis en sí misma. Me explico, hablamos de algunos hechos que han tenido que ver con el desenlace de la crisis o se han desarrollado paralelamente.
Algunas personas dicen que el Gobierno, o el propio presidente Petro, se sienten amenazados por informaciones que usted tiene. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
A ver, yo tengo no muchísima, sino toda la información de lo que pasó en la campaña. Por lo cual puedo decir que no hay nada irregular y al mismo tiempo que yo no haría nada parecido a lo que dicen. Pero sí digo que de 100 llamadas que recibo, 99 son porque creen que yo tengo información de la financiación o de la vida privada del presidente. Y no es así. Eso es un mito, una leyenda. Hoy la gente cree más que yo tengo algo sobre Petro que en la existencia de Dios.
Incluso un medio serio como La Silla Vacía publicó “El principal temor de los aliados de Petro es un video íntimo de Petro que aseguran que se grabó en Cartagena durante la campaña.” ¿Existe ese video?
La Silla Vacía hace años no es seria. Por favor ponlo porque esta es mi respuesta. Desmiento categóricamente que yo tenga un video sobre la vida sexual del presidente Petro.
¿Cómo fue esa última reunión con el presidente en la madrugada de este viernes?
Obviamente no puedo dar muchos detalles. Sería traicionar la confianza del presidente. Pero sí puedo decir que fue tensa. Es obvio que el presidente no creyó en algunos argumentos míos, o no los entendió. Que tomó partido y de alguna manera fue decepcionante para la persona que, sin lugar a dudas, más trabajó en toda su campaña. Si usted revisa, supuestamente a mí me botan por conspirador cuando queda claro que eso no fue así. Entonces la decepción y el dolor son grandes.
Antes de ser jefa del despacho presidencial Laura Sarabia solo había tenido un empleo: ser miembro de su unidad de trabajo legislativo. ¿Cómo valora que ahora usted y ella hayan salido del Gobierno en medio de un enfrentamiento y un escándalo?
No solamente es que trabajara conmigo, sino que es el único empleo que ha tenido y la única vez que le aceptaron la hoja de vida. Nunca le aceptaron la hoja de vida en ningún lado. Yo la conozco porque una amiga de ella, Paula Sierra, que trabajaba conmigo cuando yo era presidente del Partido de la U, me la presenta. Ella entra no por la hoja de vida de ella, sino porque Paula Sierra, que es una mujer muy inteligente, me la recomienda. Entonces ella puede reclamar que no es cuota mía, de acuerdo. Pero si yo me hubiera ido con Rodolfo Hernández ella no estaría ahí. Todo dependió de mí.
Permítanme una pregunta juguetona: ¿Usted cree que si se hubiera ido con Rodolfo Hernández la Casa de Nariño tendría hoy otro inquilino?
Sin caer en la vanidad, sí. Porque Rodolfo Hernández se equivocó en la estrategia del Caribe. Él pensó que le alcanzaba con los votos de Antioquia, el Eje cafetero, Boyacá, y los santanderes. Luego, si él se hubiera movido medianamente en la costa Caribe nosotros no sacamos los 700.000 votos de diferencia. Petro ganó por el Caribe y fíjese usted que el Caribe es el que menos ha estado representado en su gobierno.
¿O sea usted está decepcionado de cómo se ha ido conformando el Gobierno?
Dicho ahora puede sonar como si viniera de una persona desleal. Pero lo he dicho desde el día cero. Petro lo hace bien pero no hay buen gobierno. Las intervenciones de Petro son berracas. Es un tipo al que le cabe el país en la cabeza, pero no hay gobierno. Y en eso, para mí, toda la responsabilidad la ha tenido Laura Sarabia. Por no informarle al presidente lo que pasa y por no tener el peso político para tomar acciones.
Quizás lo dice porque todo esto se desencadenó porque usted quería ser jefe de Gabinete, superministro…
Conversación con el presidente sobre unas fallas que se podían estar cometiendo en el gobierno. Pero yo nunca pedí nada. Es más, yo alcanzo a hablar con el secretario jurídico sobre cómo sería la estructura legal del Departamento Administrativo de la Presidencia para crear el cargo. ¿Entonces por qué iba a conspirar contra Laura si yo ya tenía un excelente ofrecimiento? Que no era el que quería, pero era bueno.
Pues porque usted, que siempre había sido el jefe de Laura Sarabia, iba a terminar de subalterno de ella porque el cargo dependería de la jefatura del despacho presidencial…
No, no es así, porque ella actualmente lo que tiene, lo que no sabe la gente, es que es secretaria del despacho. A mí no me molestaba para nada hacer equipo con ella, te lo juro por mis hijos. La pelea no es porque yo esté pidiendo algo y no me lo den. Si hay pelea o hay crisis es por la desidia y la displicencia de Casa de Nariño conmigo, no del presidente.
¿Y Casa de Nariño para este caso quiere decir Laura Sarabia?
Esas son vainas de interpretación.
Usted asegura que no estaba conspirando contra Laura pero muchos temas lo atan al caso de la niñera. Dos días antes de la publicación usted estaba sentado con la directora de la revista Semana…
El primer día que hablé con Vicky fue en la noche del 23 de mayo. Y yo había hablado con el presidente ese día en la mañana. Por lo tanto, el ofrecimiento estaba. ¿Si ya tenía el ofrecimiento por qué tenía que irme a reunir con Vicky para conspirar contra Laura? No, ya eso iba andando. En ese momento lo que está haciendo Vicky es confirmar algunas cosas: la vieja se llama así, erda, que si trabajó, no trabajó, confirmar cosas. Yo me vengo a enterar el miércoles 24 que va a salir. Y hasta el jueves a las 12 de la noche me dicen que no va a salir el sábado. ¿Mi pecado cuál es? Quedarme callado.
Pero es que usted no se queda tan callado porque ese jueves 24 usted le manda un mensaje a Laura Sarabia diciendo “acabo de hablar con Vicky después de lo que me dijiste sobre la Mary… tenías razón. Es posible que se pueda evitar esa circunstancia… ojalá entiendas el sentido de este mensaje”. ¿No es esa una amenaza?
Quiero contestar esta pregunta. Sí me quedo callado, porque ella me llama el jueves a decirme que lo de “coordinador de ministros” no se puede porque tiene que depender o de ella o del secretario general, cuando ella en realidad es secretaria privada. Ella me miente. Ella me habla primero de Vicky y aunque yo sé qué está pasando, guardo silencio. Luego ella me habla de Vicky y le digo que voy a hablar con Vicky, y usted ve que el chat que estoy mandando es una respuesta a lo de Vicky. Cuando yo hablo de las circunstancias es hablar, no con Vicky, sino con Marelbys. Y como yo sé que Vicky está pensando en sacarla no ese fin de semana, sino el que viene, a eso me refiero con la circunstancia. No que yo sea capaz de parar a Vicky sino a Marelbys. Si Vicky es mía, perdón, si Marelbys es mía como lo cree Laura y lo interpretan otras personas –y en muchos sentidos sí es mía–, era con ella con quien había que parar la información. Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que es más fácil parar a Marelbys que a Vicky. Por eso es que le digo “espero que entiendas el sentido de este mensaje”. Es decir, que yo iba a hablar con Marelbys. Yo hasta ese momento creía que el tema era que se manejaba mucha plata en efectivo. Después es que me entero de que dizque el secuestro y el polígrafo. Y ahí está el cuento de que la otra empleada también estaba chuzada por ellos.
Pero es que usted venía de pasar nueve días en la residencia de la embajada en Caracas con Marelbys a quien había tenido de huésped. ¿Esos nueve días los usó para convencerla de que no hablara sobre Laura?
Como yo sabía que Laura chuzaba y todo lo demás…
¿Cómo así que usted sabía que Laura chuzaba?
Ella a veces me salía con comentarios que no tenían que ver. O que no podía saber. A veces hasta se equivocaba en los datos. Pero aún así con la equivocación ¿Por qué sabía que yo estaba hablando mal de ella?, que no se qué, ¿Por qué sabía? Siempre era una paranoia. A ti se te olvida que desde el 18 de abril ella me llama y yo contrato a Marelbys. Y yo le dije “usted queda contratada, aléjese de los hijueputas medios” hasta que yo le dije vámonos pa allá y ella se va conmigo un domingo.
Ese domingo es el 14 de mayo, Día de la Madre, cuando usted dice que la pelea con Laura estaba en el peor momento. ¿Cómo se explica que usted quisiera hacerle un favor llevándose a Marelbys de Colombia?
No, el peor momento es el sábado 13. El 14 ella habla conmigo como unas tres horas como una super amiga y yo de marica me como el cuento.
¿Es verdad que ese domingo 14 usted le hace llegar a Laura Sarabia montones de rosas de la exclusiva floristería Don Eloy?
Sí señor. Y yo le digo a ella, como habíamos peleado feo ese 13 de mayo, que las rosas las había encargado antes de la pelea porque ese mismo día, el de la madre, nadie es capaz de conseguir una entrega de rosas en Bogotá. Luego yo había mandado desde el jueves las flores. Porque ella dice “es que esas flores me las mandó hoy para ganarme de cuento” y yo le dije “no sea hijueputa”, yo realmente se las mandé de sapo porque me estaba jodiendo. Entonces el 13 de mayo, el sábado, ella en algún momento de la pelea dice “entonces a mí no me joda más y amenace al presidente y no a mí”. Si yo la tengo en frente la mato: “¿Tú te las estás tirando de amenazada?, entonces ahora sí hijueputa graba. Entonces ahora sí hay amenaza para ti y para el presidente. Ahora sí se va a armar un verguero”. Entonces ahí le digo “tal tema”. Para mí era más fácil amenazar al presidente que a ella.
¿Y con qué tema pensaba amenazar al presidente Petro?
No. No tenía nada pensado. Es un tema ahí y no es una amenaza. Es que ella me reta a mí de forma… ahí es cuando yo monto en ira y le doy una patada a una mesa que tenía al lado. ¿Tú quieres que te amenace de verdad? ¿Tú te sientes amenazada? Cuando no ha habido amenaza. Entonces yo te amenazo con esto y se lo dices al presidente. Y es algo en lo que nada tiene que ver Mary. Mary no existe ahí. Está conmigo en Venezuela pero nada tiene que ver con los planes. El presidente no me quiere creer, pero yo no soy conspirador. Yo no construyo la conspiración.
Pero en la conversación surge la palabra amenaza, está el reto de Laura Sarabia diciendo “amenace al presidente”, y el disgusto de usted. ¿Con qué se supone que iba a amenazar al presidente?
A ver, no es un tema que yo crea que pueda ser amenazante. Es algo que surge en medio de una rabia y una pelea y el tema, si lo supiera, no te lo podría decir. Pero lo que sí te quiero decir es que en ninguna parte yo estoy en una conspiración. No es cierto que yo me voy con Vicky porque quiero un ministerio y como no me lo quieren dar, pasa todo. Rechazo contundentemente que hubiera invocado un tema para amenazar porque en ese caso se lo digo a Petro y no a Laura. Porque si tú vas y se lo dices a Laura ella es capaz de decir que ella fue la que descubrió eso. Yo nunca he amenazado a nadie. Pero si lo hiciera amenazaría al que tengo que amenazar, no a la empleada del servicio, ni a la secretaria. No hay amenaza, y muchos menos con el tema Marelbys.
Pero Laura sí me mandó amenazas con gente en común de que me iba a joder en la Fiscalía, y me jodió. Estoy seguro de que ella se contactó con la Lombana (se refiere a la magistrada Cristina Lombana de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia). A la mujer más poderosa del Gobierno y del país no le queda nada difícil reunirse con la Lombana y decirle que Petro me quiere joder.
Ese domingo 14 de mayo un avión privado en vuelo chárter sale de Bogotá con Marelbys para recogerlo a usted en Barranquilla y llevarlos a Caracas. Muy amable ponerle un chárter a la niñera. ¿Cuánto le costó?
No, no. Todos los aviones que tú alquiles salen de Bogotá. Igual tenían que recogerme en Barranquilla, luego no vale más que lleven a la niñera. Siempre hay alguien que te presta el avión. Siempre hay un sapo que quiere hablar contigo. Entonces yo me la llevo para allá pero yo nunca le pregunto nada. Porque también pensé que ella podía ser un caballo de Troya de Laura. El lunes 22 de mayo ella me echa el cuento de siempre: que Laura tenía mucha plata en la casa, pero ya. Yo a la vieja le digo que se quede, pero ella insiste en irse para Bogotá porque yo iba a la cita con el presidente. Yo no sé si el afán era que había hablado con Vicky ya.
Pero si usted no sabía que le iba a pasar algo indeseado a Laura. ¿Entonces cómo se explica que ese mismo día que usted aterrizaba en Bogotá con Marelbys publicara este trino que dice: “Me llega esto: Hay quienes se inflan como un globo… por un apellido, un cargo o una cuenta en el banco y se olvidan de que vivimos en un mundo lleno de alfileres”?
Claro que es un mensaje para decirle que es una pobre estúpida. Que es una imbécil. Lo que yo estoy hablando ahí es al revés. Es el que quiere asustar a alguien sin tener un arma, sin tener nada. Cuando uno bluffea es cuando no tiene un culo. No tiene nada que ver con Marelbys.
Eso no tiene sentido. Es como si yo fuera un loco, o un suicida como me dice Petro. ¿Por qué si ya me habían dado lo que quería el 23 de mayo, el superministro? ¿Por qué yo iba a conspirar el 24 y el 25? El jueves me había llamado el jurídico para decirme cómo podría ser la estructura. Laura ya había llamado a decirme que me lo iban a dar ¿Por qué yo iba a conspirar? ¿Por suicida, como dice Petro?
Es decir, hasta la semana pasada usted era uno de los hombres más poderosos de Colombia. ¿Por qué cambió tanto su suerte?
Así es, así es. Yo iba a ser el segundo hombre más poderoso de Colombia. ¿Por qué me iba a suicidar? La vida mía siempre es así. Siempre un desorden y una paradoja. Yo el jueves ya había coronado. ¿Por qué hijueputas yo iba a estar en eso? Y te lo digo y me dan ganas de llorar. Yo iba a ser el segundo tipo más importante de Colombia. ¿Por qué me iba a suicidar?
¿Si usted pudiera devolver el tiempo a la semana pasada qué preferiría cambiar de todo esto?
Yo lo he pensado bastante. Y creo que nada. Porque yo no he hecho nada. Yo pensé que me iban a echar la culpa, pero no que se iba a armar semejante mierdero.
De un momento a otro usted está sin trabajo, sin el fuero de embajador para afrontar varios procesos judiciales pendientes y también sin visa de ingreso a los Estados Unidos. ¿Cómo se siente?
Y desprotegido… A mí me dan ganas de llorar. Por lo que yo había trabajado en la campaña se iba a dar, no lo que yo quería, pero sí una posición. Y esa es prueba de que si yo ya lo había conseguido ¿yo por qué iba a parar lo de Laura? Mi estado de hoy es desprotegido, solo y con cierto miedo de las descalificaciones que quieran hacer de mí. Yo nunca había estado tan solo. Siempre tenía una credencial y unos amigos.
El presidente al anunciar la salida de ustedes dos marcó un contraste. Dijo “mi funcionaria querida y estimada Laura Sarabia y el embajador Armando Benedetti se retiran del gobierno”. ¿Cómo percibe usted esa expresión?
Al principio no caí en cuenta de eso, pero ese contraste muestra que él tomó partido por Laura y que no ve las mentiras que ella está diciendo. Él ha debido tomar una posición neutral, desde el día cero tuvo que haber mediado.